Su cara sonriéndome a mí, a mí, a mí
Estoy enamorada de un actor. Mi vida cambió una noche de verano cuando volvía a las tantas y descubrí su cara sonriendo desde los carteles que anunciaban un estreno. Nos miramos. Suspiré. No había duda ¡me sonreía a mí, a mí, a mí! Desde entonces, todo Madrid no, porque es muy ancho, pero en mi calle sí he hecho de la defensa de esos carteles un asunto personal y cuando por ejemplo, […]